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BRASIL: Impunidad estimula actividad golpista

Paulo Cannabrava Filho *

Publicado: jueves, 05 octubre 2023

En editorial sobre “La impunidad de los generales golpistas”, Le Monde Diplomatique de septiembre de 2023, recuerda que los que dieron el golpe en 1964, punieron o apartaron “de 1964 a 1970, 53 oficiales generales, 274 oficiales superiores, 111 oficiales intermediarios, 113 oficiales subalternos, 936 suboficiales, sargentos, cabos y soldados. Todos acusados de comunistas, de izquierda, de defensores de una política nacionalista de desarollo y de soberanía para Brasil”.
Después de eso hubo la reforma tanto en el currículo de la Aman- Academia Militar de Agulhas Neeldagras, em Resende, como en la Escuela Superior de Guerra, la ESG. Todo hecho con asesoramiento de Estados Unidos. Algunos de los manuales utilizados eran copias de los utilizados en los institutos castrenses estadunidenses.
El General Vernon Walter, adido militar en la embajada yanqui, era visto cotidianamente en Palacio, como si fuese asesor del general Castelo Branco, el primero de los gobernantes militares del ciclo que duraría 21 años.
La Doctrina de Seguridad Nacional, elaborada en la Junta Interamericana de Defensa, amparada en tratados, fue adoptada por la mayoría de los países de Nuestra América, transformando nuestro pueblo en enemigo a combatirse. La Guerra Fría fue, en verdad, una intensa guerra cultural, psicológica y de inteligencia, que ha sometido intelectuales, media y hasta los sindicatos.
En la Guerra Fría, Estados Unidos consolidó la ocupación militar y económica de Europa y ha tratado de recolonizar América Latina, con cierto éxito. Desde el golpe contra Arbens, en Guatemala, de 1954 hasta 1970 una sucesión de centenas de golpes de Estado o acciones desestabilizadoras, a imponer gobiernos fieles e impedir el desarrollo soberano de los países al sur del Río Bravo.
Terminada la Guerra Fría entramos en un nuevo ciclo, del neoliberalismo, en que con nuevas tácticas de guerra se impuso un pensamiento único, sistematizado por el Consenso de Washington. Teniendo el dólar como arma, se consolida la hegemonía de Estados Unidos en un mundo casi unipolar.
En ese período, a partir dos años 1970, se vive la dictadura del pensamiento único en los medios, en las universidades y en los partidos políticos. Paralelamente, se establece una verdadera promiscuidad entre las fuerzas armadas y los agentes de Estados Unidos.
El Tratado Dilma Obama oficializa lo que ya era praxis. Y la Casa Branca cambia la táctica. No más los militares, ahora son las propias instituciones del estado, cooptadas, a ser utilizadas para la dominación imperial. Utilizando el sistema de justicia, y el combate a la corrupción, en que los medios tienen papel fundamental.
Asistimos en Brasil el desmonte del estado, la destrucción de las grandes empresas de ingeniería, el fin del monopolio de la Petrobras y de la Vale. Dalagnol y Moro, artífices de la Operaccion Lava Jato, deberiam ser juzgados como traidores de la patria, pues han estado el tiempo entero a servicio del Departamento de Justicia, la Secretaría de Estado (Relaciones Exteriores), de la Casa Blanca y de la CIa, empeñados em subyugar el poder y anular las possibilidade de desarrollo.
Con la Cambridge Analytica han perfeccionados las tácticas de guerra cultural y psicológica y han promovido el fraude electoral de 2018 que ha llevado de nuevo las fuerzas armadas al poder. ¿Quiénes son las militares que han asumido el poder junto con Bolsonaro? Más de una generación de oficiales educada por los militares que han protagonizado el ciclo de 1964, o por el legado dejado por ellos.
El espíritu de la guerra fría se mantuvo vivo, viendo el comunismo para ser combatido en cualquiera manifestación que visara desenvolvimiento con soberanía. Sus héroes son los verdugos de nuestro pueblo, los sádicos torturadores. La promiscuidad con el medio castrense estadunidense llegó al punto álgido con la participación de oficial de alto comando en el Comando Sur de Estados Unidos y anunciado como aliado fuera de la OTAN.
Así, durante cuatro años, sin ningún proyecto de nación, los militares se deslumbraron con ganar dinero fácil. Algunos ganando hasta tres veces el techo salarial, además de las ganancias por corrupción. Han sido un desastre en el combate a la pandemia, y eficientes en conducir la gestión de la economía, llevando a cabo el desmonte del estado, desestatización, privatización, desindustrialización, desnacionalización, precarización, desempleo y exclusión social. 100 millones, mitad de la población marginalizados, 30 millones con hambre.
La experiencia en el poder fue enriquecedora, literalmente. No querían dejarla. Así como tenían planeado la captura del poder en 2018, tenían planeado permanecer en el poder. De ahí el intento de impedir la posesión del presidente electo.
Tenían certeza de la victoria. Tenían los millones de la ayuda asistencial para comprar votos, utilizaron todos los recursos de la guerra psicológica, abuso del poder económico, lo que caracteriza fraude electoral.
El Frente Democrático formado en torno de la candidatura de Luis Inácio Lula da Silva venció la elección y el fraude. Fue una doble victoria.
Las deposiciones en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre los actos golpistas del 8 de enero, así como las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Federal, dejan claro que toda la institución castrense estaba comprometida con el intento de impedir la posesión del presidente electo. El 8 de enero fue eso.
Lo que ha llevado, en la última hora, el alto comando a desistir de la aventura todavía está para ser revelado. Hicieron lo que hicieron porque tenían certeza de la impunidad. Y es esa la cuestión actual: juzgar y punir a los responsables, independiente de la patente militar.
El clima es favorable para el retorno de los militares a los cuarteles y que allá permanezcan en obediencia al comandante supremo que es el presidente de la República y obedezcan a la Constitución. Pero, eso no basta.
Es preciso que sea realizada una Conferencia sobre Seguridad y el papel de las fuerzas armadas para resolver de una vez la cuestión militar que se arrastra desde la proclamación de la República.

* Perodista brasileño, dirige la revista digital Diálogos del Sur, escribió en El Tiempo y en Rebelión.

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