La democracia se está convirtiendo en un concepto raro con un contenido raro que no sabemos bien cómo reconstruir, embebides como estamos en un increíble y novedoso nivel de odio y de miserabilidad que nos envuelve cada vez más en todo el mundo.

Al mismo tiempo América Latina es una fuente interesante  y esperanzadora de afirmación de la democracia, aun en un contexto muy preocupante en algunos países. Nada que ver con la triste situación de Europa, aunque sus pueblos intenten rebelarse. Acá los pueblos se están movilizando con mucha energía y con un interesante cambio en el sentido que está tomando la participación popular, con más fuerza en algunos aspectos y con más debilidad y pobreza en otros. Hoy hay 4 países con escasa democracia, pero con algunos cambios a la vista y muchos que están avanzando en su consolidación.

PARAGUAY y URUGUAY siguen en la derecha ultraliberal. Paraguay no parece encarar ninguna esperanza de cambio, pero sí Uruguay donde en las presidenciales de 2024 debería volver a ganar el izquierdista Frente Amplio. 

Y en ECUADOR  las elecciones de este domingo 7 de febrero de alcaldes y prefectos, equivalentes a los gobernadores de Argentina, fueron una contundente derrota para el derechista antipopular Guillermo Lasso, quien había logrado hermosos repliegues del bienestar, como recuperar  la desnutrición infantil desterrada desde hace más de una década, profundizar la violencia entre bandas criminales que se disputan territorio para el tráfico de drogas y armas, más de un centenar de muertos en las cárceles. Hasta se habla de Lasso como ejecutor de “necropolítica” y que su máxima aspiración consistiría en la administración de la muerte como una prerrogativa estatal. Perdió además una Consulta Ciudadana de 8 puntos que pretendía modificar la maravillosa Constitución correista de 2008, y se quedó en extrema soledad por lo que corre el riesgo de tener que renunciar. El Movimiento Revolución Ciudadana de Rafael Correa, ahora exiliado en Bélgica por una condena ilegal, obtuvo las alcaldías de la capital Quito y de Guayaquil, el principal puerto y polo económico. Y esperanzas de reconstruirse.

PERÚ está ganando el premio con la dictadura de Dina Boluarte que trata de parar las reacciones populares especialmente del pueblo andino e indígena con más de 60 muertos, con un Parlamento Unicameral de extrema derecha, una Policía y Fuerzas Armadas asesinas. Dina Boluarte no tiene un poder personal, es un juguete de la derecha y probablemente en algún momento irá presa como Jeanine Añez en Bolivia. Fundamentalmente se  trata del gran poder de las transnacionales que no quieren saber nada de perder el control sobre las enormes riquezas de Perú. Por eso a Pedro Castillo, aun legalmente Presidente aunque no pudo o posiblemente tampoco supo gobernar, lo tienen preso en un proceso administrativo disciplinario, condenado ilegalmente a 18 meses de prisión preventiva, en la misma cárcel de máxima seguridad donde está recluido nada menos que Alberto Fujimori, por crímenes de lesa humanidad.

A Pedro Castillo, el primer Presidente rural, maestro y campesino, la oligarquía extractivista y neoliberal no lo quería en el gobierno y nunca lo dejaron gobernar, por temor a que revisara sus contratos con las empresas mineras, el gran sustento de la política y de la economía peruana, a quien nunca le interesó el pueblo. Ni hablar de adelantar las elecciones, y menos de elaborar una nueva Constitución democrática como claramente no lo es la actual redactada por el fujimorismo en 1993.

“Estados Unidos hace fuerza en pared con la Unión Europea para oprimir nuestros países, los pueblos, las comunidades. Por eso me quieren preso y por eso es que el poder incrustado en esos espacios hace silencio ante la violación sistemática de los derechos humanos en Perú: asesinatos, detenciones, heridos y persecución política a líderes y dirigentes como en mi caso y de tantos otros”, “Es masacre. Están matando a mis compatriotas… Creo que el Perú vive terrorismo de Estado” declaró Castillo en una entrevista desde la cárcel.

Todo es un desastre en Perú, pero el Pueblo especialmente el andino y el indígena están en la calle, con una presencia nunca vista. Algo seguramente va a cambiar en dirección a la democracia.

Y ¿quién está hablando de las grandes riquezas de América Latina? Nada menos que la Generala Laura Richardson, comandanta del Comando Sur de los Estados Unidos, está recordando con suma claridad la importancia del litio, del oro, del petróleo, de la soja de América Latina, el verdadero motivo para que su país trate de conservar el poder sobre el continente. No exactamente desde la democracia.

Como lo está haciendo el Imperio Británico en la ARGENTINA, con la colaboración de la Gobernadora de Río Negro Arabela Carreras y de su policía, para controlar la extensa zona del Lago Escondido. En 2009 el inglés Joe Lewis construyó un increíble aeropuerto en la Patagonia de más de 2000 metros, donde puede aterrizar cualquier tipo de aeronave de gran porte sin ser registrada, ya qua Argentina no posee radares que lo permitan. Y a la vez Joe Lewis corta el acceso a la zona  pública del Lago Escondido. Asimismo se están vendiendo millones de hectáreas a manos extranjeras en zona de seguridad de 150 kilómetros de cordillera y otro a 50 de la costa, lo que no está permitido por la ley. Los intereses extranjeros siguen fuertes y poco conocido por los locales, o sea por nosotres les argentines.

Afortunadamente la mayoría de los países latinoamericanos está fortaleciendo su democracia. El último fue Brasil con un increíble cambio el 1° de enero con Lula, tentativa de golpe de estado a los 8 días y un ex presidente amenazador como Bolsonaro desde Estados Unidos, pero grandísimas esperanzas de cambio profundos que incidirán en el continente y en el mundo. Ya Gustavo Petro en Colombia hizo maravillosas transformaciones, hace muy poco tiempo inesperables. Y gracias a la guerra con Ucrania y Rusia que hizo más interesante al petróleo de Venezuela, ese país pudo avanzar económicamente y en la afirmación de su soberanía aun si falta mucho para que los Estados Unidos y Europa dejen de ejercer su poder discriminatorio en particular hacia los 3 “malos” Cuba, Venezuela y Nicaragua. LA DEMOCRACIA ESTÁ AVANZANDO.

Por primera vez los Estados Unidos tienen que convivir con un bloque de tantos países que tienen su propia política económica e internacional. Y ahora en febrero 2023 con la visita que va a hacer Lula a Biden, se teje como una nueva alianza entre dos presidentes que tienen problemas parecidos con Bolsonaro y Trump. Y se prevé que dialoguen sobre proyectos compartidos contra la deforestación que no es solo un problema de la Amazonía cuanto de la humanidad entera, por lo que hay que recordar que Lula le disputa a Biden el liderazgo no solo latinoamericano sino en el sur del mundo y en el plano mundial.

La democracia está avanzando en Latinoamérica pero no en Europa donde está desapareciendo ni en Estados Unidos donde siempre fue un concepto medio extraño, ya que siempre se definieron como bien democráticos, siendo a la vez un país especial con el permiso de invadir a todo el mundo para apropiarse de sus riquezas.

El multimillonario 1º ministro del Reino Unido Rishi Sunak no quiere darle un centavo más a les trabajadores que se empezaron a empobrecer en los `80 con Margaret Thatcher. Emmanuel Macrón quiere pasar la jubilación de los 62 a los 64 años de les franceses. Giorgia Meloni quiere arrestar los barcos de Organizaciones no Gubernamentales que ayudan a los migrantes africanos y asiáticos a desembarcar en Italia. Y Pedro Sánchez quiere parar los migrantes como nunca habían hecho antes les españoles. Europa está cada vez más deshumana, pobre, inmoral, sin valores. Los pueblos llenan las calles pero no se vive mucha esperanza de éxito.

Les ruses se han convertido en les males del cuento y les ucranianos son les buenes, mientras el petróleo ruso no se puede aprovechar y se encarece irracionalmente toda su producción. Claramente grandes negocios para unes poques.

El mundo está complicado. En América Latina tenemos que avanzar para mejorarlo. PODEMOS Y DEBEMOS.