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La “guerra total” o la guerra final

Martin Martinelli *

Publicado: viernes, 19 mayo 2023

Charla/debate con Andrés Piqueras, sociólogo, analista político, por Martín Martinelli y Gustavo Keegan y la colaboración de Omar Gejo, Alan Rebottaro. La actividad se realiza en el marco del IV Congreso Internacional de Geografía Regional «Eurasia: el mundo bajo nuevas coordenadas» 2023.

¿En qué consiste la guerra total o guerra sin fin?

Dispuestos a dar la batalla de las ideas en la que nos jugamos mucho. Conversaré sobre la guerra total o guerra sin fin y saber por qué hemos llegado hasta aquí. Algunas claves básicas son las condiciones de degeneración del propio sistema capitalista a escala global. La gangrena que va corriendo el cuerpo, el metabolismo social, como le llamaba Marx al sistema capitalista. La dilución del valor y del plusvalor, la galopante reversión del capital a su forma simple de dinero. Cómo a partir de esa disminución o falta de rendimiento en el ámbito productivo, el capital vuelve a su forma simple dinero para financiarizarse, pero no como una inversión productiva sino especulativa, para buscar la reproducción del dinero por sí mismo. Como si fuera posible, ajena al trabajo humano. 

Todo ello ha generado también un endeudamiento público y privado insostenibles, una economía crecientemente ficticia y que se acompaña de una crisis infraestructural o ecológica cada vez más difícil de ocultar, con un acuciante estrés climático. Argentina ha experimentado este último verano una de las sequías más fuertes en los últimos tiempos y aquí estamos sufriéndola todavía. El manifiesto agotamiento de materias, energía fósil, se añade a este cuadro, así como la imparable expansión de valor negativo o negavalor. Como son plagas, epidemias, deterioro de recursos saturación de sumideros, contaminación generalizada, pérdida de fertilidad, salinización, estrés climático, desaparición de nitratos y de fósforo, sobreempobrecimiento y sobreexplotación de las poblaciones de la fuerza de trabajo a escala planetaria. Ello da como resultado una tormenta perfecta, si tu intentas tocar uno de los factores, te perjudican los otros.

Desde 2008, el último estallido de la larga crisis que atravesamos desde los años 70 del siglo XX, el sistema capitalista transnacional ha utilizado diversos mecanismos basados en la extracción de mayor plusvalía, de pillaje y saqueo de los recursos públicos. Dándose una transferencia de riquezas sin precedentes del ámbito público al capital transnacional, mientras se mercantiliza el conjunto de actividades de la vida social y natural. La especulación financiera forma parte de ello y con una masiva emisión de dinero sin valor. 

Una economía de guerra que se vuelve también eje central de crecimiento de la economía global. La acumulación militarizada o exacerbación bélica de la desposesión (de las últimas décadas) busca paliar el estancamiento, tanto del sistema capitalista en su conjunto como de su hegemón, Estados Unidos, y en una medida más subordinada el resto de núcleos del sistema mundial u occidente colectivo. 

Los últimos tiempos, a través de entre otros mecanismos, expoliaron los recursos del sur y el Oriente globales, así como la explotación de las poblaciones y la destrucción masiva de medios de producción y de capital fijado al territorio o infraestructuras. La geoecología o pugna por la energía, los recursos, las materias primas y las tierras raras de minerales estratégicos localizados en el corazón asiático, y en Siberia y parte del territorio de China, se erige motivo primordial de la geoestrategia global. Esta guerra total está vinculada a la extracción de un tributo económico, a través de una deuda dolarizada a escala planetaria y el continuo reciclaje de dólares a través de mecanismos bancarios financieros y monetarios. Son posibles por la condición de moneda internacional que ostenta el dólar y su dominio sobre el sistema internacional de compensación de pagos, SWIFT.

Frente a ello, han venido surgiendo un conjunto de economías de formaciones socio-estatales, con su propio proyecto alternativo de mundo en el que dejar de ser entidades subordinadas a los intereses de la potencia hegemónica mundial del G7. El conjunto de actuaciones y de proyectos orientados a ese fin serían: la Unión Económica Euroasiática, con India y su zona de influencia; una red como moneda internacional centrada en el yuan que pretende complementarse con una canasta de monedas que cuenta con un banco de infraestructura y desarrollo; un fondo de fomento, un sistema propio de compensación e intercambio; una bolsa internacional de energía, un plan entero gigantesco de infraestructura y desarrollo; y el RCEP, Asociación Económica Estratégica Integral el mayor tratado comercial de la historia. 

La ruta de la seda o “Un cinturón, una ruta” cubriría de completarse, el 65% de la población mundial, involucraría un tercio del PIB global y movilizaría una cuarta parte de los bienes planetarios. Está muy respaldado por una Rusia resoberanizada después de la debacle de la caída de la Unión Soviética. Y esto constituye un rival de unas dimensiones formidables, tanto como para que el Eje Anglosajón, no puedan enfrentarse a él de manera directa, pero al mismo tiempo no van a dejar de hacerlo. Estados Unidos no va a dejarse relevar sin destruir, sin guerra. 

Desde el primer momento su peligrosidad es aún mayor si consideramos que su zona de seguridad y de reserva energética está en Asia occidental, un nudo gordiano entre sus intereses y los del cinturón de conexión mundial china. Lo que el propio Brzezinsky llamó el “Medio Oriente Ampliado” que va desde el Maghreb hasta Pakistán, pasando por el cono de África. Zona clave de enfrentamiento donde se juegan los intereses básicos de unos y otros. Estados Unidos se erige en agente del caos, generando todos los problemas posibles, a quienes unilateralmente ha decidido que son sus enemigos, para que se desorganicen y colapsen de la manera más definitiva y rápida posible. Ha decidido que con destruir o impedir que los demás construyan, tiene suficiente dadas sus fuerzas.

 Estados Unidos está en franca decadencia económica, entonces, está jugando a atacar ese proyecto a través de su ataque a Rusia con intermediación de Ucrania, para con una guerra proxy contra Rusia, destruyendo de paso la economía de Europa. La cual había sido hasta ahora su principal aliada y rival geoeconómica, sobre todo desde que el euro empezó a fungir también como moneda de cambio internacional –aunque no al nivel del dólar–, pero empezaba a causarle expectativas de problema. Estados Unidos decidió cortar rápido con esa progresión y proyección del euro. 

La prisa con que las élites estadounidenses están actuando se debe a la burbuja creada tras la insurgencia financiera neoliberal de los años 90 y exacerbada por un aumento desmesurado de la masa monetaria de los últimos 15 años donde han venido inventándose dinero mágico. Se llevan inventados unos 22 billones de dólares. Se tienen que apurar para intentar frenar toda esta bola enorme que se les viene encima. Y como solución ven la aceleración del colapso y la gestión de la catástrofe, piensan salir de esta gran crisis, a expensas de una Eurasia totalmente derrotada, incluimos a Europa y lo que significa la Unión Europea.

No hay nada más que ver como Estados Unidos está exigiendo la sumisión absoluta Europa en todas sus acciones, decisiones y acoso a Rusia. Cortando el vínculo umbilical que los unía, toda la energía y los recursos básicos. Para que la fiesta continúe, las élites del capital y del hegemón estadounidense quieren voltear la mesa, tras canjear su ventaja en el sistema comercial y financiero global por el caos sistémico en el territorio, o en el de sus contrincantes. En la fase de tanatocapitalismo o capitalismo de la muerte (en la que hemos entrado ya desde hace alguna década) va a ser acompañada cada vez más de una suerte de turbo-imperialismo, acelerar la modalidad imperialista total o global, advertida por Lenin.

Esa guerra total tiene muchas dimensiones: la militar directa, la guerra económica con la que se agrede hoy a más de quince países en el mundo, la guerra híbrida con golpes de colores, más el poder blando. Lo que implica una dimensión mediática y cognitiva de la guerra, como algunos solo lo habíamos estudiado para el caso de la de la Segunda Guerra Mundial. Y muy concretas situaciones como Gran Bretaña controló la prensa cuando decidió lanzar su ataque a las Malvinas. 

Entonces tenemos todo un reguero de golpes judiciales, una ciber guerra e incluso una guerra espacial estratosférica. Hoy las grandes potencias saben que una buena parte de todo el tinglado del poder, de control de las comunicaciones e incluso de la dimensión mediático-cognitiva depende del control de la estratósfera. Aquí tenemos una censura brutal como no la habíamos conocido desde principios del siglo XX, una propaganda de guerra. Están moldeando las conciencias, la mentira se ha transformado en un arma estratégica.

En ese sentido ¿Por qué esta no es una guerra entre imperios? En función de los puntos a la hora de analizar o quien se ha convertido en una en una potencia imperial, vienen tomados de los que enunció Lenin. Rusia no los cumple y tampoco en el fondo China, a pesar de ciertas apariencias. Algunas cuestiones al respecto: si incluimos al conjunto de la OTAN, en 2021, el total del gasto militar de los treinta países que la integran ascendió a algo más de un billón de dólares y representa un gran incremento sobre otros años. Alrededor del 56% del gasto militar mundial, frente a ello Rusia destinó unos 65 mil millones en defensa, un 3% del gasto mundial. El 3% contra el 56% es una mala situación para ser imperialista. 

Además, la falta de empresas en el entramado financiero mundial, Rusia después de la URSS se reprimarizó quedando convertida prácticamente en un país periférico de la ONU. Se llegó a calcular en más de 10 millones las muertes prematuras en aquellos momentos y el rápido deterioro que experimentaron otros indicadores de desarrollo humano como la educación, la esperanza de vida que disminuyó en más de cinco años en un periodo cortísimo de tiempo.

En áreas en las que la URSS había destacado y alcanzado cuotas punteras también se hundió el 40% de la población por debajo de la pobreza. Rusia vuelve a intentar un proceso de capitalismo de estado, para comenzar a hacerse cargo de los sectores productivos y de la distribución del excedente a escala social. Y esto implica un giro estratégico en lo económico, que además está sirviendo de modelo, porque el resto del mundo está pendiente lo que se está jugando contra Rusia y de quien pueda salir más o menos airoso, ya no hablo de victorias de momento, porque esa guerra es una batalla dentro de la guerra total. 

Se pueden sentar las bases para que ese mundo multipolar que se está gestando, sea también el inicio de una posible salida del capitalismo. Ya no solo ese capitalismo salvaje, el modelo anglosajón, sino posiblemente incluso hacia otras nuevas vías de desarrollo económico político. Eso está hoy en una forma absolutamente embrionaria. Pero hay ya algunos puntos igual que el embriólogo y el médico especializado saben ver en el embrión, posibles elementos de desarrollo o de enfermedad. 

Al mismo tiempo, se está haciendo a través de esa destrucción o socavones continuos en la autopista de la seda, desde Afganistán e Irak, todo el asedio a Irán, Yemen, Siria, Somalia, Libia, Sudan, etcétera. Va acompañada de la autoaniquilación del orden mundial que el hegemón construyó en torno a sí mismo (después de la Segunda Guerra Mundial) con el entramado de instituciones globales. Estados Unidos está demoliendo ese propio orden, negándose a firmar tratados, acuerdos internacionales, siendo el país que menos tiene firmados o ratificados en la ONU y ya no digo dentro del Consejo de Seguridad.

Como el propio sistema capitalista está hablándonos desde el Foro de Davos del 2021 del reseteo del sistema o gran reinicio. En realidad, es muy complicado de hacer y no explica muy bien el cómo, pero si advierten que lo van a hacer. Lo que se va a imponer es un nuevo modelo económico basado en otras fuentes de alta tecnología y de energía, pero no es factible sin las bases energéticas fósiles actuales –en un plazo todavía medio–, pero tampoco sin grandes recursos por la fase degenerativa en la que estamos del capitalismo. Hay que remodelar nuevas relaciones sociales en consonancia con ese nuevo modelo de explotación global, que conlleva cada vez medidas de vigilancia control y represión de las poblaciones, que desarticulen su capacidad organizativa para enfrentarlo.

 Y ahí es donde la guerra total como guerra militar, se junta también con la guerra social, que está desatando cada vez más el sistema contra sus propias poblaciones, tal como se observa en Estados Unidos. El gran reinicio del capitalismo se empeña en expresarse mediante una vuelta de tuerca a la democracia, al control poblacional, a la precarización de los mercados laborales, al empobrecimiento generalizado, a la militarización, al deterioro ambiental y a la destrucción de lo social. Las mismas élites lo han anunciado como la convergencia de los sistemas económicos, monetarios, tecnológicos, médicos, genéticos, ambientales, militares y de gobierno. El Foro de Davos de este año habla del Global Risk, de los riesgos globales, en donde nos están avisando de que entramos en una fase de riesgo total.

¿Cómo ves el rol de los de las potencias emergentes, como las de Asia occidental como Irán y Arabia Saudita, y sus acercamientos a China y Rusia? 

Si una cosa ha mostrado al mundo la debilidad del imperio de occidente es como no han podido doblegar a Irán y lo inteligente que han actuado. En un mapa vemos como Irán es uno de los países más rodeados de bases militares (norteamericanas) en el mundo, muchas de ellas atención, porque que también lo tiene China, bacteriológicas. Cuando se habla de la mano negra detrás de la pandemia, pensar que Estados Unidos tiene más de 100 bases bacteriológicas en el mundo, como los rusos han descubierto en Ucrania.

 Inteligentemente ha jugado para poder saltar o regatear las sanciones continuas que viene arrastrando desde 1979, cuando empezó la revolución iraní. En los últimos años se intensificó (también por su desarrollo nuclear) y ha sabido salir de ese bloqueo, de esas sanciones, para comerciar, poder generar divisas en su comercio de energía. Se ha insertado en el eje de la estabilidad chino-ruso y ahora está protegido por ese caparazón. 

Ha construido unas relaciones que salen de la propia Asia, por ejemplo, con Venezuela y Cuba. Le ha servido para tener una red de alianzas y también de autoprotección. Y esto es algo que no solo cualquier ser humano sino cualquier complejo político militar debería entender, si uno tiene relaciones más amistosas está más protegido. Eso en qué viene tanto tiempo insistiendo Rusia, la seguridad de cada uno es la seguridad de todos y viceversa.

Esta intensificación de las relaciones de Rusia y China con los países del Golfo incide por lo que significa para el dólar en esta guerra total. Las posibilidades de hegemonía de Estados Unidos se resguardan en dos pilares básicos: el dólar y el ejército. Se mantienen mutuamente porque el dólar hace tiempo que no se sostendría si no es por puño militar y viceversa. Estados Unidos no ha parado de dar a la maquinita de hacer dinero de la nada. Todos esos papelitos verdes son irreales o ficticios, nada tienen que ver con el valor ni con la economía productiva. Su zona de seguridad estratégica de aprovisionamiento estratégico es Asia Occidental. Desde principios del siglo XX, el Eje Anglosajón con la familia de la dinastía Saud crearon ese monstruo de país feudal, Arabia Saudita y los demás. Hasta ahora te doy protección militar y tú me mantienes energéticamente (la menos costosa de extraer).

 Arabia Saudí y el conjunto de países del Golfo, y todo otro conjunto de países del sur y del oriente global, están vendiendo sus recursos, a veces los únicos y/o los últimos, a cambio de papelitos de bonos del tesoro de Estados Unidos sin ningún valor. De eso están llenas las bóvedas de las reservas de dinero que tiene Arabia Saudita, los países del Golfo. Hasta cuándo van a aguantar esto, si saben que en cualquier momento se convierte en nada. Si Estados Unidos decide hacer otra moneda y dejar la deuda eliminada a la décima parte o la centésima parte, en cualquier momento también lo puede hacer sin necesidad de que se muestre la ficticidad de ese dinero. 

Estoy poniendo de modelo Arabia Saudí por lo que significa esa vinculación, pero se puede aplicar a cualquier otro país del mundo que esté vendiendo sus recursos a cambio de papelitos. Cuando los saudíes dejen de hacer eso, el desmoronamiento o la desconfianza en el dólar se va a acentuar y extender casi de forma planetaria, Estados Unidos eso lo sabe muy bien. Por va estar poniendo todo su empeño en frenar ese proceso en el Golfo Pérsico. De seguir así las cosas, en los medios de comunicación hegemónicos globales, nos empezarán a decir lo crueles, bárbaros y salvajes que son los sauditas, etcétera. 

China se ha adelantado Arabia Saudita empieza a vender parte de sus recursos en yuanes y establece un vínculo con Irán de reconocimiento mutuo. Las posibilidades de estabilización de Asia Occidental son centrales en contra de los intereses del eje anglosajón y de la red sionista mundial, Israel. Si pueda seguir adelante supone prácticamente el aislamiento del ente enclavado ahí de forma artificial. Y supondrá además una nueva una nueva construcción estratégica en lo que significa la Ruta de la Seda chino ruso.  

La Organización de Cooperación de Shanghái ya ha superado en riqueza al conjunto de los países del occidente colectivo, del G20 también. Las posibilidades de establecer vínculos económicos y políticos entre ellos marcarán, según se desarrollen esos acontecimientos, ese nuevo mundo que empieza a surgir desde ahí. Es por eso que Estados Unidos juega el segundo campo de batalla fundamental, una vez más como en la Segunda Guerra Mundial, el primero en el corazón de Europa y el segundo en el frente Asia-Pacífico. Esta vez sustituye el enemigo, Japón por China, pero el escenario se repite. Y todo el conjunto de nuevas alianzas que intenta Estados Unidos allí van orientadas a intentar deslavazar, deshacer todo ese entramado comercial, económico y político en esa región y desde el sureste asiático hacia el occidente.

Te proponemos ampliar ¿Cómo se ve esa disputa, esa guerra total y las diferentes dimensiones en América Latina?

Rusia está cada vez más bloqueada por su vertiente Occidental, cada vez se desplaza más hacia Oriente con el corredor medio, que va a vincularse a toda la Ruta de la Seda china. Respecto de América es un continente isla, ya dicho por Kissinger. Frente a las grandes dimensiones donde se desarrolló el entramado geopolítico mundial, no solo de la gran Eurasia sino de África que son los tres continentes vitalmente comunicados, un bloque de tierra inmenso. La geoestrategia lo indica desde Mackinder hasta aquí. 

Estados Unidos debe preservar la intocabilidad de esa isla para sí mismo. Ellos ven como su defensa el continente entero y para eso van a redoblar los esfuerzos, para destruir los proyectos alternativos posibles. Para seguir manteniendo la sumisión y la subordinación de todo el territorio. Fijaos lo que han hecho con Canadá, cuando era un país que al menos aparentaba tener su propia autonomía y cierta soberanía, lo han dejado reducido a un apéndice colonial suyo, lo mismo que el conjunto de la Unión Europea. 

Europa está experimentando un proceso, con todos los perdones, pero para que se entienda, un proceso de puertoriquización. Se le está aplicando un anti Plan Marshall para irla destrozando poco a poco, además, con la aquiescencia de las élites dirigentes y de la clase capitalista europea (suicidándose). Solo podría ser entendido a través de la ocupación militar que tiene Estados Unidos en Europa, como la tiene en buena parte del planeta, pero en ese caso gravísimamente.

La potencia norteamericana trata de aniquilar cualquier proyecto alternativo, de los proyectos como fueron el del ALBA, UNASUR, la presión sobre Cuba y Venezuela, sobre Nicaragua, los golpes de estado como el de Perú. Pero hay algo que no logra encontrar las vías de hacerlo, detener la influencia económica china en el continente. No puede realizarlo porque no ofrece nada a cambio. E incluso los gobiernos más alineados con Estados Unidos (por no llamarlos serviles) saben que si quieren tener un mínimo de estabilidad social y política, posibilidades de mantenerse como país, necesitan abrir esas relaciones con China o con otros agentes exteriores.

China ofrece muchas contrapartidas que Estados Unidos no puede igualar, ni siquiera aproximarse. Entonces frente a ellos, sigue utilizando su vieja estrategia o me sigues o palos. Pero donde ya hay alguien que me dice no hace falta que me sigas y toma. empiezan a ser menores sus posibilidades de lograrlo por las vías simplemente políticas y económica. Necesitaría de intervenciones cada vez más directas, policíaco-militares. Pero de nuevo, eso estaría vinculado a su posibilidad de mantener una guerra total en tantos frentes a la vez, y de mantener esos dos pilares el dólar y el ejército. Existe un tercer pilar, el del control de las conciencias y mediático-cognitivo del relato. 

Ellos nos cuentan el mundo –la absoluta mayor parte de nuestros media–, el relato del mundo de Estados Unidos. Y eso es importante, la conformación de las conciencias en la batalla de las ideas, en la cosmovisión de las poblaciones del planeta. Pero eso también se va debilitando en la medida en que contrasta cada vez más con la realidad, que experimenta cada quien, en su propio día a día, en sus condiciones sociales de vida. Se está mirando también esa posibilidad de hegemonía y de ganar la batalla de las ideas.

Estados Unidos va a jugar la carta Monroe con el conjunto del continente americano, para decir esta nuestra isla y aquí es nuestro perímetro de seguridad intocable. Si bien pueden hacerlo militarmente políticamente, cada vez tienen más dificultades para hacerlo económicamente. 

¿Por qué no se trata de una guerra entre imperios? y en relación a ello ¿Cómo es el funcionamiento del sistema de China?

Si nos guiamos según las condiciones que había formulado Lenin sobre la connotación de imperialista para una determinada entidad, aunque yo no coincido que tengan que ser necesariamente estas condiciones y solo estas, pero para analizar a partir de algunos puntos que son más conocidos. La concentración de la producción y del capital requiere que se haya desarrollado un nivel tan alto, que ha creado un monopolio. Estos juegan un papel decisivo, no solo en la vida económica interna, sino también en la influencia a escala planetaria. Pregunta obligada a hacerse, donde están los monopolios rusos dominando las vidas del planeta hoy.

El segundo, la fusión del capital bancario con el capital industrial y la creación de ese capital financiero, o la formación de una oligarquía financiera mundial, capaz de controlar gran parte de los recursos y de la economía planetaria. Mientras que los capitalistas más ricos de Rusia están involucrados predominantemente en el sector primario y la industria, no en las finanzas. Solo uno de los 100 principales bancos del mundo es ruso, Sberbank.

El tercer punto –todos están vinculados–, es que la exportación de capital adquiere una importancia excepcional en esa entidad imperial. Las mayores exportaciones de Rusia son materias primas, no es capital. Dónde están los fideicomisos y los monopolios de capital financiero rusos que explotan el trabajo en el mundo y repatrían su riqueza, pero si es al revés. Si hasta antes de la operación especial, la gran mayoría de las divisas rusas que entraban por unos y otros recursos se destinaban al sistema financiero occidental. Sino como Estados Unidos y sus servidores europeos van a poder incautar más de 300.000 millones de dólares a Rusia. Entonces dónde está esa ese juego imperial ahí.

Un cuarto punto, la formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales que se reparten en el mundo entre sí, y que yo sepa los monopolios rusos no han formado parte de eso. Y, por último, Rusia no forma parte tampoco del botín de la dominación imperialista y de la guerra. De hecho, su principal delito, a ojos del aparataje mediático, es haber salido de los que luchan contra el ataque imperialista para empezar en Osetia, Chechenia y después en Siria, y a las repúblicas del Donbass para tratar de mantener su propio territorio libre de dominación extranjera imperialista. Es bastante difícil de poder acusar a Rusia de imperialista según esto que venimos diciendo.

El papel de Rusia en la formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales podría medirse por la posición de las corporaciones del país entre las 2000 internacionales más importantes. De las diez primeras empresas de esa lista, cinco son estadounidenses y cinco chinas. Estados Unidos tiene 560, Canadá tiene 50, Australia 39, India 58, Rusia solo tiene cuatro. Entonces qué quiere decir que Canadá, Australia y la India son imperialistas. Rusia solo tiene cuatro, seis entre las quinientas primeras y 25 entre las 2000 primeras. Si hablamos de su cuota empresarial, en vez de ascender, es una tendencia descendente en el periodo 2008-2013, de 39 a 30 empresas rusas. 

Creo estos datos deberían ser suficientes de porque en Rusia no puede tratarse una potencia imperialista. Solamente porque tenga un poderío militar enorme, probablemente el mayor poderío militar defensivo que existe. Pero atención, dónde están las bases militares rusas de expansión y de control de territorios a través del ejército. Dónde está la succión a través del ejército de ejército ruso fundamental de implantación, eso no es mandar cuatro tropas ahí a frenar ataques yihadistas o cuestiones así. Eso es una implantación que necesita de tiempo, de arraigo, de décadas, como es en el caso de Estados Unidos y de expansión de sus de sus tropas por todo el mundo.

Si nos vamos a otro que puede ser más difícil de calibrar, su versión o no imperialista, podría ser la de China, porque sí tiene gran parte de corporaciones entre las principales empresas del mundo. China, como diría Claudio Katz, es un imperio en formación tan solo en términos potenciales. Gestiona el segundo producto bruto del planeta, es el mayor fabricante de bienes industriales y recibe el mayor volumen de fondos del mundo. Pero esa gravitación económica no tiene correlato semejante en la esfera geopolítica militar que define el estatus imperial. 

China ha conseguido zafarse de la subordinación a otra potencia. Durante el transcurso de las décadas desde su revolución, con su expansión económico comercial por el resto del planeta. No dispone de un ejército tampoco expansivo, solo tiene una base fuera de su territorio estrictamente militar (en Djibouti, donde transcurre gran parte del flujo petrolero mundial), luego tiene otras que coordina más de tipo de defensa comercial.  

Además, la estrategia para la asociación económica mundial como BRICS, se propone como una plataforma para un escenario multipolar, capaz de respetar particularidades nacionales y soberanías. Nada que ver con lo que ha sido el imperialismo occidental de los últimos cinco siglos. Se basa en elementos de seguridad concertada, de no injerencia en los asuntos de los otros, en un desarrollo global sostenible. Cuando el proyecto de reestructuración energética y sostenibilidad que tiene China lo heredó de lo que ya pergeñó la URSS (en sus últimos tiempos y que no pudo desarrollar precisamente por eso) y un comercio justo sin proscripciones ni sanciones. 

Entonces, cuando uno lo compara con Estados Unidos, sigue siendo todavía el único país que puede emprender una ofensiva bélica en varios puntos del mundo a la vez y en cualquier lugar del mundo. No hay ninguna otra formación socio-estatal que emule eso, tanto por la disponibilidad de sus efectivos para actuar como por el poderío de sus armas, la capacidad logística o la geografía militarizada que acompaña a su liderazgo mundial. 

China no tiene todavía ese poderío armamentístico que sí detenta Rusia en plan fundamentalmente defensivo. Y China sabe que le queda al menos hasta 2025-2027, para poder tener un equilibrio estratégico defensivo con Estados Unidos en el plano estrictamente militar. El país norteamericano también y por eso está acelerando los tiempos de agresión con el AUKUS y el entramado que está montando en el Pacífico. 

Estados Unidos con su geografía militarizada ha hecho del mundo su dominio financiero, monetario, económico, tecnológico y comercial con pleno control de las instituciones de gestión del orden global. Y porque tiene más de 170.000 tropas en todo el planeta desplegadas, en al menos 250 bases e instalaciones militares en todo el planeta. Ningún otro país, ni tiene eso ni puede conseguirlo en el corto, ni en el medio término. 

No hay imperio que pueda surgir bajo ese imperio mundial. Más allá de una condición subimperial o subordinada al hegemón, como pueden ser hoy Gran Bretaña o parte de las formaciones estatales europeas en condición de subordinados. No hay lugar para más imperios mientras este imperio exista y esto debería quedar absolutamente claro. 

Pero desgraciadamente una buena parte de la izquierda, contaminada de la guerra cognitivo ideológica que viene desatando también la OTAN, al menos desde las últimas tres décadas, está contagiada de ella. Para hablarnos de no poder apoyar ni a unos ni a otros. El ninismo clásico y cada vez más extendido entre nuestras izquierdas, para decir que ni uno ni otros, pues todos son imperialistas. O ninguno es socialista, todos son capitalistas que se están enfrentando entre sí, etcétera. 

A ver, la dimensión multipolar del mundo, no nos garantiza nada evidentemente. No se puede hablar de una lucha entre proyectos sociopolíticos económicos alternativos, como fue la de Estados Unidos y la URSS en otro tiempo. Pero sí debías, y esto el último congreso del Partido Comunista Chino lo ha dejado claro, para empezar a construir ese otro mundo alternativo con denominación de socialista. No como tantos sueños de nuestras izquierdas que hablan de mundos posibles y no saben ni de qué se trata, ni cómo llamarlo.

Las formas de capitalismo de estado, de control y planificación de la economía, y de redistribución social del excedente van acentuándose. Y eso da la posibilidad de esa construcción colectiva cada vez más para el sur y el Oriente globales. Si bien la multipolaridad no es garantía de nada, sin embargo, es un sine qua non para poder llegar a algo alternativo al mundo de barbarie, de destrucción que el Eje Anglosajón y la red sionista mundial nos tienen deparados.

Vos planteabas que había otras vías alternativas que se enfrentan al capitalismo occidental salvaje y que eran embrionarias ¿Podrías desarrollar algunas claves o pistas de las que decías que se empiezan a ver algunas? 

Vienen por la intervención estatal, en Rusia, en Irán, en los países agredidos. Más allá de planteamientos ideológicos, se han visto forzado y se han tenido que percatar, de que solo les queda esa vía para hacerlo. El control, la planificación de la economía para Rusia es vital, porque está jugando una guerra a vida o muerte. Así como para la OTAN es una guerra en la que si no sale victoriosa de esta batalla (de la guerra total) va a quedar bastante debilitada, pero no se lo juega todo. Estados Unidos seguirá manteniendo su isla. Sin embargo, para Rusia si pierde esta batalla será destruida, arrasada en términos económicos, financieros, incluso militares. 

Hasta ahora Estados Unidos se la jugaba con potencias menores, pero está atacando a una potencia nuclear. Puede ser la principal en términos defensivos y miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Con lo cual está atravesando todas las líneas rojas que este orden mundial se había trazado a sí mismo, o los propios Estados Unidos. Rusia está empezando a controlar la producción, dónde, cómo y cuándo se invierte, para producir recursos básicos alimenticios. Las exportaciones cómo y adónde van dirigidas y a cambio de qué. 

Con todo esto que ha pasado, la propia locura del robo continuo que vienen haciendo a los recursos monetarios de los países agredidos, en que han depositado la confianza en el juego internacional bancario financiero internacional. El resto del mundo se da cuenta y ve que ya no es fiable el occidente colectivo, para depositar el dinero. Porque en cualquier momento nos lo roban, todo esto que antes tenía su vinculación más o menos privada, va cada vez más hacia lo estatal. 

Lo mismo que Rusia, lo viene haciendo China solo que con una economía planificada y un Partido Comunista al frente de la economía. Pero lo está haciendo también Irán, cada vez más países de la Cooperación de Shanghái forzados a eso a través de agresiones, hasta la propia Bielorrusia. En el caso de nuestra América, Venezuela, el papel histórico de Cuba, Nicaragua se ha tenido que reorientar después de la derrota del frente sandinista hacia un capitalismo de estado, cada vez más nítidamente. Puede ser aplicado a Bolivia también, y ya veremos si hay otras opciones, porque en Colombia nos jugamos mucho.

Estas son las claves por las que el que está a cargo de la vinculación euroasiática y todo el proyecto del corredor medio euroasiático de Rusia, el economista Sergei Glazyev viene diciendo junto a otros analistas tanto indios como el analista brasileño Pepe Escobar. Esto abre las puertas para entrar a economías de estado en el sur global. Y para de una u otra manera, reencontrarse con el proyecto socialista, en el sur y en el Oriente globales. Tal como empezó a construir la internacional comunista, como intentando al menos como en la forma de capitalismo de estado y de soberanía el proceso de Bandung, y cómo trabajó durante tanto tiempo la Tricontinental, que se reunía en la Habana durante aquellos años centrales del siglo XX.

Entonces, esto puede reencontrar proyectos de ese calibre, en hipótesis y en posibilidades. En este momento el Eje Anglosajón y alterimperialistas europeos, lo están potenciando cada vez más a través de sus agresiones. Están empujando al mundo a encontrar esas vías de solución. 

Una pregunta sería si perjudica a Estados Unidos el degradar a Europa y que nos comentes las condiciones de ese continente, en relación a la situación en África, la Ruta de la Seda y los yihadistas. 

Cuando uno mira las Rutas de la Seda por dónde transcurren en África, ve dónde están yendo las intervenciones yihadistas o paramilitares en África. Y cómo la OTAN está abriendo un frente sur en la batalla de Ucrania, en el norte de África. Existe un realineamiento en torno al papel de Marruecos como base militar de Estados Unidos y la OTAN en África, y el agravamiento de las tensiones en unos y otros países. Esto está haciendo reaccionar a bastantes de esos países para empezar a expulsar a los ejércitos europeos de sus territorios, como el francés y el alemán, en el caso de Mali y Burkina Faso y otros. 

Ahí se juega una parte de esa geoestrategia frente sur de la OTAN. Donde España queda en primera línea de fuego, somos el único país europeo-africano. Eso es importantísimo para entender el giro despiadado que ha dado nuestro presidente para apoyar a Marruecos en el caso del Sáhara, vendiendo al pueblo saharaui. 

El suicidio de Europa se puede entender solamente porque uno dice: los políticos profesionales son solo intermediarios para hacer su papel ahí y se sacan sus prebendas de todo esto. Pero qué pasa con las clases capitalistas europeas, como la alemana, que hasta ahora mantenía el control del conjunto de la Unión Europea. Por qué decide suicidarse, cortar sus flujos de energía barata, para poder mantener su proceso de industrialización y superávit comercial. Y qué pasa con la fuerza de trabajo y las mercancías baratas que nos venían de China. Sí, Estados Unidos está también cortocircuitando esto. 

Las sanciones boomerang que cada vez que se hacen a Rusia, van en detrimento de todos los intereses europeos. La ruina del campo, el suministro energético se ha disparado, ahora cuesta mucho más comprárselo a través de terceros a la propia Rusia o a Estados Unidos, que lo vende muchísimo más caro y es ecológicamente más destructivo. Esto está vinculado a dos cuestiones, una que la Unión Europea está unida a esa burbuja financiero-especulativa y al Gran Reinicio.

La segunda condición es que Europa, pseudo continente pegado a Asia, está ocupada militarmente por una potencia extranjera. Y sobre todo Alemania detenta la mayor base extranjera militar del mundo por Estados Unidos, con decenas de miles de tropas y de bases militares y armas nucleares en su territorio. Como también las posee Italia, Holanda y como en España circulan por la base de Rota en la entrada al Mediterráneo, las tenemos y no, en cualquier momento. 

Europa tiene que obedecer y se está convirtiendo cada vez más en una colonia hoy, realmente en términos geoestratégicos. Más allá de la isla del continente americano, el auténtico patio trasero de Estados Unidos en estos momentos es Europa. Están dispuestos a seguir en ese proceso con la aprobación y apoyo de la mayor parte de las izquierdas integradas en el orden del sistema, que la propia OTAN llama izquierdas compatibles con el sistema. Sin ningún problema en secundar, hemos visto como han aplaudido a nazis y en los parlamentos europeos y cómo no solo no se han opuesto buena parte de ellas al envío de armas a la guerra, sino que también lo han exigido. 

Ya no hablo de los verdes alemanes o de la propia izquierda escandinava en general de los países escandinavos pidiendo a gritos o entrar en la OTAN, o que se rearme cada vez más. Estamos en un momento de gran orfandad política, estratégica, de posibilidades, de oponernos a todo esto y por eso es importantísima la batalla de las ideas. Aquí vivimos desgraciadamente en un momento de fortísima censura y de control del pensamiento, como no lo habíamos experimentado desde hace mucho tiempo.

* Doctor en Ciencias Sociales y Humanas y profesor de Historia en la Universidad Nacional de Luján

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